Alta expectación entre los querubines de muslos y carrillos regordetes. No es para menos, no… ¿Habéis visto el aspecto de estos caramelos? Jugosos, sabrosos y con un corte muy bonito. Dolores ha volcado su creatividad gourmet en esta receta, que gustará a los enanos especialmente. Por cierto, es mucho mas sencilla de lo que aparenta, así que espero que os animéis a prepararla. Y nos lo contáis, ¿eh?
Ingredientes:
- 1 masa de hojaldre rectangular
- 1 lata de ventresca de bonito en aceite de oliva del norte de Conservas Serrats
- 1 cebolla mediana
- 2 cucharadas pequeñas de azúcar moreno
- Vinagre de vino blanco
- Aceite de oliva virgen
- 1 cuña de queso curado de oveja
- Aceitunas negras sin hueso
Preparación:
- Precalentamos el horno a 180 grados.
- Estiramos la masa de hojaldre sobre papel vegetal y la dividimos en cuatro rectángulos.
- Con ayuda de un molde semiesférico o si no tenéis podéis hacerlo con una bola hecha con papel de aluminio muy apretada; vamos a formar el caramelo.
- Colocamos encima del molde redondo el rectángulo de hojaldre de forma centrada y lo dejamos caer encima, cerramos los dos lados del caramelo aprentando un poco el hojaldre y horneamos hasta que se dore el caramelo.
- Sacamos del horno, lo desmoldamos con cuidado y dejamos enfriar.
- Pelamos la cebolla y la cortamos tipo juliana. Después, en una sartén, echamos un chorrito de aceite de oliva y ponemos a calentar a fuego medio durante 6 minutos aproximadamente. Removemos la cebolla continuamente.
- Pasados los 6 minutos, con la cebolla ya pochada, echamos 2 cucharadas de azúcar moreno, he utilizado este tipo de azúcar porque es más sana y le da un toque tostado muy sugerente al plato, pero es perfectamente válido el azúcar normal. La mantenemos a fuego lento sin dejar de remover durante 10 minutos. Concluido este tiempo, echamos un chorrito de vinagre de vino blanco. Lo dejamos 5 minutos hasta que se evapore. Sin dejar de remover. Pasados los 5 minutos la reservamos en un bol para que se enfrié.
- Cortamos el queso curado en taquitos pequeños.
- Cortamos las aceitunas negras en rodajitas finas.
- Abrimos la lata de ventresca de bonito y sacamos los trozos. Los colocamos en una tabla y las cortamos en trocitos.
- Añadimos el bonito, el queso y las aceitunas al bol con la cebolla caramelizada, mezclamos un poco los ingredientes y rellenamos los caramelos con ellos.
¡Original a más no poder, Dolores!