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Siglos antes de que el señor Bond le pegase al Martini (mezclado, no agitado) en la gran pantalla, en este país ya se tomaba el Vermouth dominguero entre la salida de misa y la comida familiar. La ceremonia del vermú venía acompañada del picoteo de gambas en gabardina, calamares rebozados, y SIEMPRE de aceitunas o encurtidos. Soledad ha ideado un aperitivo incorporando los dos elementos que combinará a la perfección con un Martini fresquito, un vinito blanco o una cerveza. Se prepara en un tris y tiene un toque diferente de inspiración oriental que os va a encantar. No hay excusa para no prepararlo porque no requiere cocina ni ensuciar cacharros. ¿Nos animamos?

Ingredientes:

Preparación:

¡Delicioso, rápido y elegante Soledad!

 

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